07/25/2024

Tipos de maltrato en residencias de ancianos

Abusos en residencias de ancianos,

A medida que aumenta nuestra población de ancianos, cada vez son más los que confían el cuidado de sus seres queridos a residencias de ancianos. Aunque muchos centros mantienen unos niveles excepcionales, unos pocos no atienden ni siquiera las necesidades y los derechos más básicos de los residentes, lo que allana el camino para que arraiguen la negligencia y el abuso insidiosos.

En este análisis revelador, examinaremos cuatro tipos de abusos en residencias de ancianos y las señales de alarma que podrían indicar que su familiar está sufriendo a manos de cuidadores desatentos o malintencionados: deshidratación, úlceras por presión, higiene deficiente y lesiones inexplicables.

La deshidratación: Un peligro oculto

Una de las señales de advertencia de negligencia más frecuentes en las residencias de ancianos es la deshidratación, una enfermedad prevenible pero potencialmente mortal.

Con la edad disminuye la sensación de sed y se reduce la función renal, lo que hace a las personas mayores especialmente vulnerables a los desequilibrios de líquidos. Si no se controla, la deshidratación puede derivar rápidamente en insuficiencia renal, desorientación crónica e incluso convulsiones.

Esté atento a estos síntomas reveladores:

  1. Boca seca y labios agrietados - A menudo, los primeros indicadores de una hidratación insuficiente van acompañados de una garganta reseca.
  2. Orina oscura y concentrada - Las personas deshidratadas producen una orina más escasa y de color ámbar, ya que su organismo conserva los preciados líquidos.
  3. Mareos y aturdimiento - La caída en picado de la tensión arterial por deshidratación puede desencadenar ataques de vértigo y desmayos.
  4. Confusión aguda - Los ancianos que no beben suficiente líquido pueden presentar preocupantes lapsus cognitivos y desorientación.

Si sospecha que su ser querido sufre deshidratación, actúe de inmediato. Póngase en contacto de inmediato con el personal de la residencia para asegurarse de que su familiar recibe suficiente líquido.

El azote de las úlceras de decúbito

Las escaras, también conocidas como úlceras por presión, representan un peligro importante y evitable que afecta a innumerables residentes de residencias de ancianos. Estas dolorosas lesiones cutáneas surgen cuando los pacientes inmóviles soportan una presión prolongada sobre las mismas zonas de la piel, formando llagas gradualmente.

Desde irritaciones leves hasta heridas profundas potencialmente mortales, las úlceras de decúbito avanzadas pueden desencadenar infecciones galopantes y un sufrimiento inimaginable.

Esté muy atento a estas señales de advertencia:

  1. Enrojecimiento localizado - Las manchas rojizas y descoloridas suelen anunciar la aparición de escaras. Incluso un contacto suave puede provocar muecas de dolor.
  2. Malestar expresado - En etapas posteriores, las úlceras de decúbito se convierten en fuentes exquisitamente tiernas de agonía y angustia.
  3. Ampollas o heridas abiertas - Las úlceras de decúbito graves no tratadas pueden reventar en heridas abiertas supurantes o ampollas llenas de líquido.
  4. Malos olores - Si las úlceras de decúbito se infectan gravemente, pueden emitir olores penetrantes y fétidos a medida que proliferan las bacterias.

Si descubre la aparición de escaras en su ser querido, es imperativo que plantee el problema a los administradores de la residencia de ancianos inmediatamente.

Insista en que le proporcionen un tratamiento rápido, control del dolor y un plan integral para prevenir cualquier reaparición mediante el cuidado adecuado de la piel, horarios de volteo y una nutrición adecuada. Si las prácticas negligentes parecen ser la causa principal, no dudes en recurrir a la justicia.

Degradación de los derechos higiénicos básicos

Los residentes en residencias de ancianos conservan el derecho humano fundamental a vivir en condiciones de limpieza e higiene y a mantener su dignidad personal mediante un aseo adecuado.

Cualquier violación flagrante que genere viviendas insalubres o la privación de servicios básicos de higiene podría acelerar las crisis sanitarias y representar una grave negligencia en el cumplimiento de las normas de atención.

Esté atento a estas posibles señales de alarma:

  1. Viviendas sucias y desordenadas - Las zonas comunes de las residencias de ancianos y las habitaciones personales deben permanecer siempre ordenadas e higienizadas.
  2. Ropa sucia y sin cambiar - Los residentes incapaces de cambiarse por sí mismos deben contar con cuidadores que les proporcionen regularmente prendas limpias y frescas.
  3. Ropa de cama maloliente y sin cambios - La ropa de cama debe cambiarse periódicamente para evitar la acumulación de bacterias, fluidos corporales y olores desagradables.
  4. Mala higiene personal - El personal de enfermería tiene el deber de garantizar que los residentes reciban baños, cuidados bucales y aseo con regularidad para mantener la limpieza.

Si observa estos problemas, comuníqueselo inmediatamente al supervisor del centro. Exprese su preocupación por el hecho de que estas cuestiones puedan provocar problemas de salud. Solicite un plan claro de mejora y un calendario de aplicación.

Si la situación no mejora rápidamente, plantéate implicar a un nivel superior de la administración o ponerte en contacto con el defensor del pueblo local para centros de cuidados de larga duración.

Lesiones inexplicables: Cuando algo va muy mal

Entre los signos más desgarradores de maltrato o negligencia en residencias de ancianos, las lesiones inexplicables exigen una respuesta urgente y contundente para proteger a sus seres queridos vulnerables. Aunque lamentablemente se producen accidentes y caídas entre los ancianos, cualquier hematoma, fractura, corte, quemadura o herida sospechosa podría actuar como indicador de negligencia en el cuidado de ancianos.

Reconocer los signos de maltrato en las residencias de ancianos:

  1. Hematomas en grupos o en zonas óseas - Las contusiones agrupadas, sobre todo alrededor de muñecas o tobillos, podrían indicar técnicas de sujeción inadecuadas o incluso maltrato físico, que son los abusos habituales en los cuidados de larga duración.
  2. Huesos rotos o fracturados - Las fracturas inexplicables, sobre todo en zonas localizadas propensas al agarre, pueden ser señal de una manipulación muy brusca o de una fuerza excesiva.
  3. Laceraciones y heridas punzantes - Los cortes, desgarros o lesiones punzantes sin explicación accidental plausible podrían ser indicios de identificación de tipos de maltrato en centros de asistencia o de negligencia en los cuidados.
  4. Quemaduras graves e inexplicables - Las quemaduras graves exigen que se investigue si hubo líquidos hirvientes, fuego o incluso materiales humeantes debido a una supervisión inadecuada.

Si descubre alguna de estas lesiones que adornan a su ser querido sin una justificación razonable por parte del personal, es absolutamente imperativo que busque la verdad a través de todos los canales disponibles inmediatamente.

Pedir con firmeza una contabilidad completa a los administradores, notificándolo también a las autoridades competentes, como la Servicios de protección de adultos de Carolina del Norte o las fuerzas de seguridad para iniciar una investigación imparcial. Si sus conclusiones apuntan a una conducta negligente o abusiva, puedes tener derecho a solicitar sanciones civiles.

Actuar: Defender la dignidad y la justicia

Como la voz y el aliado más indispensable de su ser querido, usted ejerce un inmenso poder para interceder en su favor y asegurarse de que nunca sufra las injusticias de la negligencia o el maltrato en una residencia de ancianos.

Reconocer las señales de alarma es sólo la mitad de la batalla; la otra mitad consiste en elaborar una respuesta estratégica en varios frentes para remediar rápidamente cualquier irregularidad y evitar daños futuros.

  1. Documentar cualquier prueba - Si capta registros escritos, fotografías o vídeos que demuestren negligencia o malos tratos abusivos, conserve y catalogue estos materiales meticulosamente.
  2. Exprese sus preocupaciones a la Administración - Concierte una audiencia urgente con los máximos responsables del centro, comunique sus quejas detalladamente y exija medidas correctoras decisivas. Siga los protocolos de escalada adecuados.
  3. Informar de las infracciones a las autoridades - Organismos como el Defensor del Pueblo para cuidados de larga duración y la oficina local de Servicios de Protección de Adultos pueden investigar presuntas infracciones y defender los intereses de los perjudicados.
  4. Explorar acciones legales - Si una negligencia flagrante o una mala conducta intencionada ha infringido la normativa y ha provocado lesiones a su ser querido, expertos jurídicos como los de Deuterman Law Group pueden asesorarle para obtener una indemnización por daños y perjuicios y justicia.

Usted tiene el poder de convertirse en el héroe de su ser querido, en su firme defensor y en su voz cuando él no pueda denunciar los malos tratos. Prestando atención a las señales de alarma de la negligencia en residencias de ancianos y respondiendo de forma proactiva con acciones decisivas y de varios niveles, puede sacarlos del peligro y reforzar las normas que dan prioridad a su dignidad.

Deuterman Law Group: Feroz defensa de las víctimas

Si usted siente que su ser querido ha sido víctima de abuso o negligencia en un hogar de ancianos de Carolina del Norte, por favor póngase en contacto con el Deuterman Law Group inmediatamente.

Nuestra abogados de negligencia en residencias de ancianos ayudará a denunciar el problema a las autoridades competentes, como la oficina de Servicios de Protección de Adultos del condado. Y recopilaremos información para ayudar en la investigación y preparar una demanda contra los propietarios y operadores de la residencia de ancianos.

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Para asistencia inmediata, llámenos gratis al 866-373-1130 o ingrese su información a continuación. Estaremos en contacto.

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